Los tamaños comunes de mandriles son ¼ de pulgada, ⅜ de pulgada y ½ pulgada. No puede usar una broca con un vástago más importante que el portabrocas de su taladro.
Las brocas conicas para que sirven estándar varían desde 1/16 de pulgada hasta 1 1/2 pulgadas. además puede hallar diámetros de brocas representados en unidades métricas, con brocas que suelen empezar en 3 milímetros.
Existe una amplia gama de productos a partir de hormigón que puede encontrar. Los productos de hormigón populares se vierten o se colocan en el sitio como los que se encuentran en una base o patio, bloques de mampostería prefabricados, tejas para techos, tableros de fibra de cemento y piedra artificial.
El resultado es una broca que dura más que el óxido negro. Las brocas de titanio tienden a perforar más rápido que el óxido negro y las virutas se mueven mejor por medio de las ranuras.
La buena noticia es que no debería ser un problema hallar uno correcto para su proyecto. Cuando hablamos de tamaños fraccionarios, encontrará que los desarrolladores comunmente utilizan fracciones de una pulgada.
Generalmente, los taladros más cortos son más correctos para trabajos que requieren un prominente nivel de precisión y precisión.
Elegir las brocas conicas para que sirven adecuadas para una aplicación específica puede resultar estresante. no obstante, tener un conocimiento completo de los factores a tener en cuenta antes de elegir una broca puede ahorrarle dinero, tiempo y energía.
Los topes de profundidad evitan perforar más allá de una hondura predeterminada.
Si se está preguntando qué tamaño de broca debe usar de esta línea, piense detenidamente en la madera en la que está haciendo un trabajo y qué tan grande necesita que sea el agujero. independientemente del tamaño que elija, estará seguro de un acabado limpio, debido a que estas brocas incluyen un diseño de flauta Lewis para eliminar las virutas rápidamente.
Broca avellanadora: considerada una broca particular, la broca avellanadora está creada para crear un orificio piloto con una abertura más ancha en la parte superior para avellanar las cabezas de los tornillos. usada primordialmente en madera, la broca avellanadora le facilita insertar el sujetador lo suficientemente profundo como para que la cabeza no sobresalga por arriba de la superficie del material.