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La tecnología LED aumentará en los próximos años como energía alternativa, anuncia un estudio del Departamento de Energía de los EEUU.
Ya no se producen bombillas incandescentes y están retiradas del mercado por la UE. Las bombillas incandescentes son muy poco eficientes por su consumo energético. Por un estudio realizado en los EEUU anuncian que los tubos fluorescentes LED superarán a la lámpara fluorescente convencional en cuanto al medio ambiente en los próximos años.
Actualmente al comprar bombillas, hay dos opciones tecnológicas, la de LED o las de bajo consumo. Las de LED son más caras que las convencionales, pero su ahorro energético en comparación con las de bajo consumo son de un 50% menos, y una de LED dura mucho más que una de convencional, por lo que hay que sumar ahorro en mantenimiento y compra de bombillas de bajo consumo. Pero hay otro punto muy importante, el medio ambiente, las de LED tiene una baja emisión de CO2, y no tiene componentes tóxicos, en comparación con las de bajo consumo.
Al utilizar bombillas LED podemos reducir la energía y eso significa, gastar menos recursos naturales para alimentar el LED y obtener la misma cantidad de luz. Un análisis muestra que se puede reducir el impacto medio ambiental en el sector de la iluminación diez veces menos al utilizar la tecnología LED. Este análisis abarca 15 parámetros de impacto ambiental, en estos se incluyen los recursos naturales necesarios para su producción, tratamiento de las bombillas como residuo, transporte, etc. Con este tipo de medidas los expertos evalúan el impacto ambiental de cada bombilla, su efecto sobre el calentamiento global, en el uso del terreno, generación de basura, (el LED tiene una vida mucho más larga por lo que se reduce residuos), y la contaminación de aire, tierra y agua. El LED está en primera fila, superando las de bajo consumo, y por supuesto las incandescentes.
Conclusión: los LED son más ecológicos, y más “sanas” para la salud, ya que no existe luz ultravioleta como lo producen las lámparas fluorescentes tradicionales, que emiten luz cuando la electricidad estimula una mezcla de gases en su interior, creando luz ultravioleta invisible que absorbe el revestimiento fluorescente de la bombilla y la transforma en luz visible. El LED produce luz cuando la electricidad entra por un componente denominado diodo. La bombilla de hilo incandescente tradicional, al entrar corriente eléctrica en su interior se calienta y brilla. La compra de fluorescentes convencionales es más perjudicial tanto para la salud humana como para el medio ambiente que los LED.
Pero, todo hay que decirlo, los LED producen calor en el interior de la bombilla, es por eso que se necesitan grandes disipadores de calor hechos de aluminio. La fabricación del aluminio es fuerte en consumo energético.
Pero el LED está en plena investigación y desarrollo, la eficiencia y mejora de los LED aumentará, y así reducir el la cantidad de calor producido.
De esta manera, según un estudio del PNNL, estos avances tecnológicos del LED, harán que sean más ecológicos, en comparación con las bombillas habituales de bajo consumo. Como todo, tiene su proceso, y se espera que en el 2017 la lámpara LED tendrá un 50% menos de impacto medioambiental que la actual, y un 70% menos que la bombilla fluorescente compacta.